«Battlefield 1»: la guerra más visceral y arriesgada


Estaba llamada a ser la Gran Guerra que cambiaría por siempre el tablero del mundo. El conflicto que detendría la llegada de otras guerras pero, en realidad, provocó una terrible masacre y levantó el telón de otras tragedias. La Primera Guerra Mundial será recordada por sus múltiples innovaciones y aportaciones en el campo militar. Hasta 1914, los enfrentamientos se resolvían de otra forma. Aquel episodio trajo consigo la creación de los primeros tanques, inauguró las luchas aéreas, aparecieron los submarinos para agitar las aguas y se desarrollaron nuevos tipos de armamento como lanzagranadas o lanzallamas. Un cóctel sangriento que provocó casi veinte millones de muertos. Esas espeluznantes repercusiones se plasman en «Battlefield 1», nueva entrega del videojuego de disparos de corte bélico que, a diferencia de entregas anteriores, se sumerge en este conflicto histórico para cumplir en líneas generales con lo prometido, rompiendo esquemas en relación a otros «shooter» de diseños más tradicionales en los que existe una campaña lineal con principio a fin distribuidos por diferentes capítulos. En esta ocasión, el planteamiento en el modo historia se organiza en seis grandes bloques en los que el campo de batalla cambia por completo. Se desarrolla la guerra desde un prisma diferente, lo que resulta en parte arriesgado pero original, versátil y, a su vez, hermoso, por el que se aleja (afortunadamente) de otras tendencias presentes en los juegos bélicos que recurren muy a menudo a las guerras modernas como queda patente en los últimos Call of Duty, cuya próxima entrega, «Infinite Warfare», volverá a tener una ambientación futurista. Pero la esencia y la intensidad continúan estando presentes en «Battlefield 1». Esas variantes del videojuego, sin embargo, intentan sacudirse la parte más tediosa del manejo de vehículos para lo cual lo combina con momentos más terrenales en donde los jugadores se enfundan sus armas para intercambiar balas a tutiplén. Una entrañable introducción en la que los soldados van cayendo como moscas mientras aparece un memorable relato del horror de la guerra anticipa la llegada de los primeros compases de esta melodía sangrienta. Se encuentra, por ejemplo, «Barro y sangre» en donde el objetivo es hacerse cargo un tanque británico Mark V, toda una bestia blindada con un único propósito: destruir las líneas enemigas. Gracias a su sistema de viraje de transmisión epicíclica se convirtió en el primer carro de combate británico que podía manejarse por un solo hombre. Dos tipos de armamento y sus veloces giros logran acabar con los enemigos apostados en sus trincheras. Indomable es la avioneta que aparece en otra de esas historias, «Amigos de altos vuelos», en donde es necesario completar la misión mediante la lucha encarnizada por la supremacía aérea a bordo de máquinas aéreas británicas. La infantería de EE.UU. tiene su momento en «Tempestades de acero», en donde el desesperado avance alemán amenaza a las tropas, mientras que en «Avanti Savoia» el jugador se pone en la piel de un voluntario de la unidad de salto que combate en los Alpes. Otro camino es el «Mensajero» en el que el jugador debe materializar un asalto en las playas se Gallipoli ocultadas bajo los disparos de la mayor flota naval que ha existido jamás. Pero al margen de las balas y los disparos de artillería también hay momentos para una guerra más pausada. Con «Lawrence de Arabia» el jugador podrá ir a lomos de su caballo en un enfrentamiento directo manos de una guerrillera en el desierto mientras se combate contra el imperio otomano. Todo un despliegue de emociones bajo una ambientación y escenarios cuidados. La trama en su contra junto es desgarradora. Se plasman momentos nostálgicos y pensamientos reflexivos sobre la guerra y sus consecuencias. De hecho, cada vez que un personaje muere aparece un mensaje conmemorativo con el nombre completo del personaje junto con el año de nacimiento y el de su muerte. Simula, en cierto sentido, las crónicas de guerra, aunque también se dan pinceladas más propio de la ficción. Ese desorden en el planteamiento es, por lo pronto, una interesante aportación en relación a otras campañas más lineales que arranca el combate desde un punto a continuar. La propia idiosincrasia de esta guerra hace que se levanten varios frentes distintos por donde acometer las embestidas militares. El juego incluye bastante contenido y una gran variedad de estilos para un fin común, llegar vivos a nuestro destino, aunque la duración global de las historias sabe a poco . Es demasiado corto. La duración de la misma es tan escasa que uno siente al final que desea ir a otro lugar. A nivel técnico, «Battlefield 1» ofrece una recreación muy puntillosa de las trincheras (aunque se echan de menos ciertos elementos) y el diseño gráfico de los personajes y los escenarios está muy conseguido, pero también es cierto que uno se encuentra pequeños «bugs». Su modo multijugador es, sin lugar a dudas, una de sus grandes bazas. Una de sus novedades es la llegada de un apartado dedicado a la recreación de un conflicto a gran escala por lo que obliga a los jugadores a recorrer varios mapas, ya sea desde el ataque o defendiendo múltiples frentes, ya sea desde la ofensiva alemana en la primavera de 1918, las batallas de Meuse-Argonne -la ofensiva final, por cierto- que supuso y que, según las crónicas de la época, supuso el infierno en la tierra, aunque también lleva a los jugadores al frente italiano o los conflictos en Oriente Medio. Todo un elenco de localizaciones que ofrecen panorámicas increíbles. En la partida rápida hay seis estilos clásico de juego, Asalto, Conquista, Dominación, Palomas de guerra o Equipo, por el cual gana el bando que consiga más eliminaciones, aunque se pueden optar por otros enfrentamientos de hasta 64 jugadores. Todo un despliegue táctico impresionante que ofrece nuevas experiencias.


Fuente: ABC Tecnología
Enlace: http://www.abc.es/tecnologia/videojuegos/ps4/abci-battlefield-1-guerra-mas-visceral-y-arriesgada-201610211206_noticia.html

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