El árbol genealógico de los dinosaurios se reescribe


Una nueva hipótesis sobre las relaciones evolutivas de los dinosaurios desafía más de un siglo de dogma sobre la historia de estos emblemáticos seres vivos. La nueva teoría propone una reagrupación radical en dos nuevos grandes grupos de dinosaurios. Si se confirma, el árbol genealógico de los dinosaurios puede requerir una reescritura.

“Hemos dado una nueva definición a la palabra dinosaurio para asegura que será más estable en el futuro y que cualquier cambio en el árbol no excluirá a ninguna especie que creamos que es un dinosaurio. La vieja definición no era lo suficientemente estable y, en nuestra nueva propuesta, las especies marinas de cuello largo como el Diplodocus estaban excluidas del grupo de dinosaurios. Por eso necesitamos cambiarlo”, explica a SINC Matthew G. Baron investigador de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) que lidera el estudio junto con científicos del Museo de Historia Natural de Londres.

Lo que también saben los científicos a raíz de este nuevo análisis es que los primeros dinosaurios eran omnívoros, es decir, comían carne y plantas. “Además, descubrimos que usaban sus extremidades superiores –que eran grandes y capaces de agarrar–, durante sus primeros millones de años de existencia”, añade el científico.

Otro dato significativo es que cree que los dinosaurios más tempranos pudieron haber vivido en el hemisferio norte, incluyendo Europa, y no son solo en el hemisferio sur, como se pensaba anteriormente.

Un grupo nuevo de dinosaurios: Ornithoscelida

Durante 130 años los paleontólogos han estado trabajando con un sistema de clasificación en el que las especies se colocaban en dos categorías distintas: Ornithischia y Saurischia.

Ahora, después de un cuidadoso análisis de docenas de esqueletos fósiles y decenas de miles de caracteres anatómicos, los investigadores han llegado a la conclusión de que estos grupos largamente aceptados pueden estar equivocados y que los nombres tradicionales necesitan ser completamente alterados. “Hemos descubierto un grupo totalmente nuevo de dinosaurios que denominamos Ornithoscelida”, dice Baron.

Los investigadores construyeron en el estudio el conjunto de datos más grande de los dinosaurios tempranos. Eligieron 75 especies tempranas –del Triásico-Jurásico en su mayoría– y se aseguraron de que tenían una amplia muestra de todos los grupos de dinosaurios. “Escogimos 457 con las características anatómicas que nos interesaban y luego comparamos todos los especímenes de nuestra lista de especies grandes utilizando esas características”.

Esto produjo una ‘matriz’ de información que contenía aproximadamente 35.000 puntos de información de datos y a través de modelos computacionales calcularon cuáles eran los patrones más probables de relación y evolución entre las especies.

“Observamos especímenes en Sudáfrica, China, América del Norte y del Sur, así como en el Reino Unido. Todos los datos que recopilamos fueron probados y vueltos a probar nuevamente, para asegurarnos que los resultados fueran robustos, y nos que nuestro impactante resultado estuviera muy bien contrastado”, argumenta el experto.

Los primeros dinosaurios eran pequeños, bípedos y omnívoros

La clasificación de los dinosaurios se remonta a la época victoriana. Fueron descritos, por primera vez, como un grupo único de reptiles fósiles en 1842 como resultado del trabajo del profesor Richard Owen, que más tarde fundaría el Museo de Historia Natural en Londres. Durante las décadas siguientes, se denominaron varias especies a medida que se iban encontrando e identificando más fósiles.

En la segunda mitad del siglo XIX se comprendió que los dinosaurios eran anatómicamente diversos y se los trató de clasificar en grupos que compartían características particulares. Harry Govier Seeley, paleontólogo de Cambridge que trabajaba con el célebre geólogo Adam Sedgwick, fue quien determinó que los dinosaurios se podían clasificar perfectamente en dos grupos distintos o clados: Saurischia o Ornithischia.

Esta clasificación se basó en la disposición de los huesos de la cadera de las criaturas y, en particular, si mostraban un patrón parecido a un lagarto ('Saurischia') o un pájaro ('Ornithischia').

“En nuestro nuevo árbol, los miembros más tempranos de todos los grupos de dinosaurios principales parecen ser similares es tamaño, forma y dieta. Todos eran pequeños, caminaban sobre dos patas y comían tanto carne como plantas. Esto es así tanto para los primeros sauropodomorfos, terópodos y ornitisquios, a pesar de que estos grupos pasaron a adaptarse y cambiaron a herbívoros puros o carnívoros”, apunta Baron.

Debido a que todos los grupos parecen ancestralmente similares, los investigadores creen que esto es la prueba de que el antepasado común de todos los grupos debió haber sido también similar. “Además, lo más parecido a un dinosaurio en nuestro análisis, que no lo es realmente, es una especie llamada Saltopus elginensis de Escocia y este animal es claramente bípedo”, concluye el científico de la Universidad de Cambridge.  

Referencia bibliográfica:

Matthew G. Baron, David B. Norman & Paul M. Barrett. “A new hypothesis of dinosaur relationships and early dinosaur evolution” doi:10.1038/nature21700




Fuente: Agencia Sinc
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