Con Kaynemaile se hacían los trajes de 'El Señor de los Anillos' y ahora se visten edificios

Kaynemaile

Más que un material a Kaynemaile lo debemos considerar como una estructura que forma un tejido sintético, que originalmente se hizo conocida al emplearse en las cotas de malla de los personajes de la Trilogía de 'El Señor de los Anillos'. A día de hoy es un recurso arquitectónico, un elemento de diseño.

Como se ve claramente en las imágenes, básicamente son anillas enlazadas formando una estructura plana, que bien puede servir como prenda de escudo, por su flexibilidad en el movimiento y resistencia en los impactos. Esta tecnología no la tenían en tiempo antiguos, Kayne Horsham la ideó para vestir a Viggo Mortensen y compañía.

Kayne Horsham era el director de arte en todo lo que respecta a armas y armaduras en las pelis de Peter Jackson. Su equipo tuvo que crear tantas anillas que le salió a cuenta inventar un sistema de creación del “tejido” basado en un proceso de moldeo por inyección. El resultado fue llamado Kaynemaile.

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Muchas aplicaciones: cortinas en interiores y exteriores, aislante, iluminación, decoración

Seis años más tarde esto ha derivado a otras muchas aplicaciones, principalmente en el mundo de la arquitectura, donde lo utilizan como pantalla decorativa. Lo que viene a ser una cortina muy especial, que colocan en exteriores, también en interiores.

También se le está dando un uso relacionado con la iluminación - junto a Samsung -, por su particular reflejo de los colores, y por la facilidad para vestir lámparas.

El material deja pasar el 80% del flujo del aire, al tiempo que reduce la entrada del sol en el mismo porcentaje. Es además más fuerte y ligero que el cristal: pesa 3 kilos por metro cuadrado. Como no es fijo y se mueve con el entorno, también tiene su validez en lugares con alta actividad sísmica.

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El material utilizado en Kaynemaile es un tipo de policarbonato, el mismo que se usa en los cascos de astronautas. Se puede reciclar al 100%, y en el que se necesita un 20% de la energía necesaria para crear lo mismo con acero. Sus creadores aseguran que la durabilidad es de unos 20 años, expuestos al sol, y recuerdan que el proceso de creación está patentado.

El trabajo de Horsham no se limita a vender Kaynemaile por metros, intenta involucrarse en el diseño e implementación de su material allí donde es requerido.

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